viernes, 12 de septiembre de 2008

Williams-Zola




Williams, Tennessee -Estados Unidos
Intentar atrapar lo eterno de entre lo desesperadamente efímero es el gran truco mágico de la existencia humana.
He sufrido bloqueos de escritura continuamente. Pude haber escrito mucho más y mejor si no hubiera tenido constante miedo por mi incapacidad para escribir. Pero aprendí a convivir con ello. A los sesenta y cinco es un poco tarde para empezar a tener miedo de no escribir. No he escrito ni la mitad de lo que debiera. (“Conversaciones con escritores norteamericanos” , Charles Ruas, Sudamericana 1985)
Estados Unidos Cuando paro de trabajar , el resto del dia es póstumo. Solo me siento vivo cuando escribo . ( "Press" (Pittsburgh), 30/5/1960)
Si la escritura es honesta , no puede separarse de quien la escribió . (“The Dark at the Top of the Stairs," Preface by William Inge, 1958)



Williams, William Carlos Estados Unidos
Escribir es una enfermedad. No puedes pararlo . ( "Newsweek," 7/1/1957).

Willie Nelson Estados Unidos
Escribo porque me gusto más cuando escribo regularmente ("The Book of Country Music Wisdom," Criswell Freeman, 1994)

Weidner, John Estados Unidos
Tener que escribir un buen pretexto para beber.


Wodehouse P. G. Estados Unidos
Me siento en el teclado y puteo un poco. Esa es mi técnica. ("Collier's," 31/ 8/1956)

Wolf, Crista
En nuestros días el arte es sin duda el único refugio, así como el único campo de experimentación para llegar a una imagen del ser humano no desgarrada.( “Por qué escribir” de Cecilia Yepes)


Wolfe, Thomas Estados Unidos
El escritor escribe un libro para olvidarlo y el lector lo lee para recordarlo . ( The Ultimate Success Quotations Library, 1997)

Woolf, Virginia Inglaterra
Me parece posible , y quizás deseable , que yo sea la única persona en esta sala que haya cometido la locura de escribir, intentar escribir, o no lograr escribir una novela . Y, cuando me pregunté, tal como vuestra invitación a hablar de literatura moderna me obligó a preguntarme , qué demonio me habló al oído y me impulsó a seguir el camino de mi perdición, una menuda figura apareció ante mis ojos, o la o de una mujer, que dijo:"Me llamo Brown. Atrápame, si puedes." A la mayoría de los novelistas les pasa lo mismo. Algún Brown o Smith, o Jones aparece ante ellos, y con los más seductores y amables acentos les dice:"Anda, atrápame si puedes". Y así, persiguiendo a este fuego fatuo , avanzan volumen tras volumen, empleando en ello los mejores años de la vida en esta persecución , y recibiendo, casi siempre, muy poco dinero a cambio. Pocos atrapan al fantasma. La mayoría tiene que contentarse con una porción de tela arrancada de su vestido , o con un mechón de cabello."Conferencia leída a "los Heréticos " de Cambridge , el 18 de Mayo de 1924.("Cómo se escribe una novela", de Leopoldo Brizuela, El Ateneo, 1993)
Nada es más obvio que el hecho de que esta chica de quince años , sentada en su rincón privado del salón común, no estaba escribiendo para hacer reír a sus hermanas y hermanos, ni para el consumo casero. Ella estaba escribiendo para todos, para nadie, para su época, para ella misma; en otras palabras, aún a tan corta edad, Jane Austen ya estaba escribiendo. Si el escritor fuera un hombre libre , y no un esclavo, si pudiera escribir lo que él quiera , no lo que debe , si pudiera basar su trabajo en sus propios sentimientos y no sobre las convenciones , no habría argumento, comedia, tragedia, amor o catástrofe en un estilo aceptado, y quizás ni un botón cosido por los sastres de Bond Street lo tendrían. La vida no es una serie de lámparas arregladas simétricamente. La vida es un halo luminoso, un sobre semi transparente rodeándonos desde el principio de nuestra conciencia hasta el fin. No es tarea del novelista transmitir esta variación, este espíritu desconocido e incircunscripto, cualquiera sea la aberración o complejidad que pueda mostrar...¿con tan poca mezcla de lo extraño o externo como sea posible? No pedimos meramente coraje o simplicidad ; sugerimos que el tema apropiado de la ficción sea algo más que lo que las costumbre nos quiere hacer creer. El “ tema adecuado para la ficción" no existe; todo es tema apropiado para la ficción, cada sentimiento, cada pensamiento; cada cualidad que atraiga al cerebro y al espíritu, ninguna percepción se pierde.El de Charlotte Brontë es el más raro de los poderes. Ella podía liberar la vida de su dependencia de los hechos; con unos pocos toques indica el espíritu de un rostro , de modo tal que no necesita cuerpo; hablando del páramo hace soplar al viento y rugir al trueno. Es con anotaciones del presente con que se hacen las obras maestras del futuro.("El lector común", Hogarth Press, 1948)
Si uno no se echa atrás, evalúa todo, y le dice al instante , este preciso instante “ Quedate , eres tan bello” ...¿ Qué se gana? ¿Morirse? No : “Quédate, instante” . Nadie lo dice lo suficiente. ( “The Diary of Virginia Woolf”, Vol I, 1931-1935 Editado por Alnne Olivier Bell. Harcourt Brace Jovanovich, New York, 1982)

Wright, Steven Estados Unidos
¿Por qué estamos aquí? Pienso que es porque había demasiada gente donde se suponía que deberíamos estar. Uno intenta responder esas cosas cuando escribe. Además, escribir es intentar ver al mundo con los ojos de un niño usando las palabras de un adulto.

Yánover, Héctor Argentina
Seguramente todo lo que escribo ya está escrito, como sentido lo que siento, visto lo que veo y hecho lo que hago . Pero es que escribo para entenderme.para saber quién soy, hasta dónde llego. Estas palabras ya fueron escritas, pero ahora soy yo quien las escribe. ("Memorias de un librero", Planeta , 2002).
Los libros muerden . Muerden la imaginación, la capacidad de asombro, la vida interior de la gente , las ansias de cambiar. Los libros muerden porque uno es diferente después de leer un buen texto.Se lee por placer. La lectura es un vicio que el Estado debe apoyar.Una vez que uno le encuentra el gusto es difícil dejarlo.( "Clarín" , 15/1/95)
La tarea del hombre es paliar la soledad de los hombres. El que no hace eso está del lado de la muerte.
Seguramente todo lo que escribo ya está escrito, como sentido lo que siento, visto lo que veo y hecho lo que hago. Pero es que escribo para saber quién soy, hasta dónde llego. Estas palabras ya fueron escritas pero soy yo quien las escribe.
¿Para qué debería servir un libro?
Para enseñar a pensar.
Para amar la vida: no me puedo morir ahora porque estoy leyendo las Obras Completas de Balzac, son noventa y siete y recién voy por la quinta.
También debería servir para conseguir aquello de que nadie le haga a los demás lo que no quisiera que le hiciesen a él. ("Memorias de un librero", Planeta , 2002).

Yeats, William Butler Inglaterra
Debo hablar de cosas que sale del inconsciente colectivo, donde cada pensamiento es como una campana con muchos ecos.

Yourcenar, Marguerite Francia
“Yo era demasiado joven . Hay libros a los que no hay que aventurarse hasta no haber cumplido los cuarenta años. Se corre el riesgo, antes de haber alcanzado esa edad, de desconocer la existencia de grandes fronteras naturales que separan, de persona a persona, de siglo a siglo, la infinita variedad de seres; o por el contrario, el riesgo de dar demasiada importancia a simples divisiones administrativas, a los puestos de aduana, o a las garitas de los guardias.Me hicieron falta esos años para aprender a calcular exactamente las distancias entre el emperador Adriano y yo. Nuestro intercambio con el otro no ocurre más que un tiempo; se desvanece una vez lograda la satisfacción, la lección sabida, el servicio obtenido, la obra acabada. Lo que yo era capaz de decir ya está dicho, lo que hubiera podido enseñar ya está enseñado. Ocupémonos ahora de otras cosas. Esforzarse es lo mejor. Volver a escribir. Retocar, siquiera imperceptiblemente, alguna corrección . "Es a mí mismo a quien corrijo- decía Yeats- al retocar mis obras".("Cómo se escribe una novela", Brizuela-Russo- El Ateneo.)
Escribir es un trabajo, pero casi un juego también, y una alegría, porque lo esencial no es la escritura, es la visión . Siempre escribí mis libros con mi pensamiento antes de transcribirlos al papel, y a veces inclusive los olvidé durante diez años antes de darle la forma escrita. Cuando me instalo, sé con exactitud lo que voy a hacer , pues ya está todo escrito en mi pensamiento. Evidentemente , la escritura produce salientes y huecos , hace notar los errores y ofrece nuevos hallazgos , pero las ideas, los hechos, ya están allí. .El oficio de escritor es un arte, o más bien una artesanía, y el método depende un poco de las circunstancias. A veces tomo un bloc de papel y garabateo un texto con una escritura que , por desgracia, se vuelve ilegible al cabo de cuatro o cinco días, se marchita como las flores. Pero puede ocurrir también que vaya derecho a la máquina de escribir y haga una primera versión . En ambos casos, utilizo todos mis impulsos para la primer frase, luego tacho y elijo la que prefiera. A la tercera o cuarta revisación , armada de un lápiz, releo el texto, ya casi limpio, y suprimo todo lo que puede ser suprimido, todo lo que me parece inúitil. Eso es un triunfo. Al pie de la página escribo: “Suprimidas siete palabras”, “Suprimidas diez palabras”. Estoy encantada: he suprimido lo inútil.
La versión que me parece definitiva es cuando siento que he dicho todo lo que podía decir tan bien como me era posible. En ese momento tengo el sentimiento de que está terminado, está acabado. Es como el pan : hay un momento en el cual se siente que no se debe amasar más. Se experimenta entonces un sentimiento de deslumbramiento – que por otra parte siento por todo, no sólo por los libros - , la satisfacción y la sorpresa de haber conseguido eso , de haber salido del trance, de haber llegado a la meta . Supongo que es también el sentimiento de un deportista cuando alcanza la meta . No estaba seguro de que llegaría .
Todo escritor es útil o es nocivo. Es nocivo si es farragoso, si deforma o falsifica ( aún inconscientemente) para obtener un efecto o un escándalo; si se acomoda sin convicción a opiniones en las cuales no cree . Es útil si ayuda a la lucidez del lector , lo desembaraza de timideces y prejuicios, le hace ver y sentir lo que ese lector no hubiera visto ni sentido sin él .Si mis libros son leídos , si llegan a una sola persona y le aportan una ayuda cualquiera, así fuera por un momento, me siento útil.
En suma, el escritor es el secretario de sí mismo . Cuando escribo , cumplo una tarea , estoy bajo mi propio dictado, en cierto modo. Hago el trabajo difícil y cansador de poner en orden mi propio pensamiento mi propio dictado.
No creo en los escritores que dicen “ Yo consagro todo mi tiempo a mi trabajo”. Es probable que consagren una buen a parte a conversar, a fumar, a distenderse en un salón o en un café. El poder de concentración del espíritu en el trabajo es tan agotador, tan fuerte , tan agotador, que no los imagino manteniéndolo duran te veinticuatro horas , ni siquiera doce . Además, sería agotarse de reservas, enriquecimientos necesarios, así como no ver el sol , no mirar los árboles, sería aislarse del medio natural. Existe también un medio humano que nos es esencial , aun si en todos los casos no se le acuerda un gran valor . En mi caso, el pensamiento sobre mi trabajo me acompaña sin cesar , lo cual no me impide hacer otra cosas prácticas , materiales, que no se interrumpen. Escribí la muerte de Adriano en Baies en julio del año 138, una noche de invierno glacial de 1950, en esta habitación . Lo que no agregué es que en la pieza vecina trabajaban media docena de obreros que reparaban y pintaban, y que a ratos interrumpía mi tarea para conversar con ellos.
( “Con los ojos abiertos” entrevistas con Matthieu Galey, Emecé, 1982)


Zinsser, William Estados Unidos
Escribir es pensar sobre papel ( The Ultimate Success Quotations Library, 1997. )
Ziraldo Brasil
Trabajo todas las horas del día . Cuando uno trabaja no tiene tiempo de sufrir. Tampoco tengo la compulsión neurótica del trabajo , que es una enfermedad, no. Me pongo contento trabajando, es una de las formas de la felicidad, y nunca me canso. Todos los que vivieron mucho, sobre todo los pintores, fueron muy trabajadores: Picasso, Monet, Miró, Chagall. Pero la verdad es que la creación no es realmente un trabajo sino un vivir en plenitud. "(La Nación", 1990)
La literatura infantil que intenta hacerle la cabeza al chico es una literatura de cretino porque uno no tiene derecho a decirle a un niño qué tiene que hacer . Eso se puede hacer con el hijo de uno y hasta cierto punto. Lo único que puede un autor infantil decirle a un niño, a conciencia de que no es dirigismo, es: "Tu mejor compañero por toda la vida es el libro". Y esto por el sencillo motivo de que el libro es la única forma de comunicación que lo invita a la reflexión y la razón por la que uno escribe: si uno no reflexiona , no es humano.( Diciembre de 1985)

Zola, Emile Francia
Yo quisiera hacer de cada relato una pequeña novela histórica, lo más vivaz posible , una especie de pequeño drama con decorados reales trazados a grandes rasgos. No está en mi ánimo el hacer una recopilación. Necesito hacer una obra personal. Uno acaba enamorándose de sus propias ideas; ha soltado usted mi imaginación por el campo de los heroísmos y sería una pena el que no desarrollase estos temas. (“Lo que cuenta su hija", por Denise Le Blond- Zola- Santiago Rueda Editor , Bs.As, 1945)

Trillo- Vargas Llosa


Trillo, Carlos Argentina
Según Ballard - y lo decía ya en 1970- cada vez más en nuestros día la realidad se percibe a través de la ficción . El autor de "El Imperio del Sol" sostiene que en el siglo pasado el mundo exterior era la realidad y el interior de la gente, sus sueños, sus esperanzas, sus ambiciones, y constituía el dominio de la fantasía y la imaginación. Pareciera que hoy los roles se han invertido: todo lo exterior se nos aparece transformado en show de TV, en espectáculo. Cada vez es menos necesario que el escritor invente un contenido ficticio. La ficción ya está aquí afuera. La tarea del escritor es inventar la realidad que está adentro. ("Página 12", 24/7/94)


Trueba, Virginia
Para escribir literatura se necesita una clase de rencor o de rabia que suele estar muy cerca del rencor del trepa, a veces es rencor social y otras es rencor existencial, rencor porque la vida podría haber sido más amable con uno, con una. Digo que estas emociones, que creo haber experimentado, están cerca del rencor del trepa porque, en el fondo, se espera obtener del encierro y la loca perseverancia que exige la escritura una cierta rentabilidad. Creo que esto es lo general, que la mayoría de los novelistas y poetas en algún momento de decaimiento han obtenido energía de esas emociones. Hablo todo el tiempo de los que escriben, diríamos, con la convicción de que tienen algo que decir distinto de lo que los grupos dominantes encargan cuando piden libros de recetas de cocina, guiones de series de televisión, novelas premiables o, en fin, ese tipo de productos. Esos otros autores no necesitan rabia porque, por decirlo de un modo materialista, ya saben cuánto les van a pagar. La rabia ayuda a compensar la incertidumbre, y de verdad que digo todo esto sin el menor cinismo, creo simplemente que así es como sucede. ¿Cómo querría que sucediera? Me gustaría poder llegar a escribir un día sin rabia, como esos hombres de los que hablaba Bertolt Brecht: "En una mañana gris se levantan hombres en las habitaciones repletas de grises casas de inquilinato, toman un tarro de pintura y se dirigen, en pequeños batallones, hacia las vacías calles de la gran ciudad. Colocan a uno de ellos como centinela en la esquina y comienzan a cubrir una pared con grandes y torpes letras. Se comportan con cuidado, pues están en territorio enemigo; si se los descubre, caerán sobre ellos y los matarán rápidamente... si tienen suerte. ¿Por qué escriben? Si no los sorprenden, podrán leerse en la pared, durante algunas horas, tres letras: KPD (Partido Comunista Alemán). ¿Qué resultados esperan de esto? ¿Se reirá el lector si lee que esos hombres hacen eso por encargo de razón?". El texto de Brecht se refiere a una situación política mucho más conflictiva y, por lo tanto, más dramática. Ese dramatismo hoy no existe, pero sí la voluntad de llegar a escribir un día sin ninguna rabia, tan sólo por encargo de razón.


Truffaut , Francois Francia
He aquí la razón por la que soy el más feliz de los hombres : realizo mis sueños y me pagan por eso, soy director de cine. Hacer un film es mejorar la vida, arreglarla a nuestra manera , es prolongar el juego de la infancia, construir un objeto que es a la vez un juguete inédito y un recipiente en el que uno ubicará , como si se tratara de un ramo de flores , las ideas que uno siente actualmente , o de modo permanente. Nuestro mejor film es quizás aquel en el que nos arriesgamos a expresar, voluntaria e involuntariamente, nuestras ideas sobre la vida y sobre el cine. Sólo cuenta el resultado, es decir:el bien que el director de cine se hace a sí mismo y el bien que les hace a los otros." ("El placer de los ojos", Cahiers du Cinema)


Twain, Mark Estados Unidos
La diferencia entre la palabra justa y la casi justa es la misma que entre un rayo y un bichito de luz .

Tyler Anne Estados Unidos
Yo no elegí ser escritora. Más o menor, me caí dentro de ello
Es cierto que escribir es solitario …pero te sorprenderías descubriendo cuanta compañía te pueden hacer un grupo de personajes imaginarios una vez que los conoces bien . (A Reader's Guide to "A Patchwork Pantry," 1998)

Ueland, Brenda Estados Unidos
Tengo dos reglas que sigo siempre: decir la verdad y no hacer nada que no quiera hacer . Esto vale tanto para escribir como para cualquier otra actividad en la vida . ( writerswrite.com)
Lo que uno debe sentir cuando escribe bien no es algo heroico como Lord Byron en la cima de la montaña, sino más bien como un niño enhebrando collares en el jardín de infantes : feliz, concentrado, tranquilo y silenciosos poniendo una cuenta atrás de la otra. (If You Want to Write, 1938).
El interés por lo escrito produce un contagio inmediato . El escritor expresa lo que siente su verdadero yo ; el lector lo lee y al instante se contagia . Ambos tienen el mismo sentimiento.
Ese es el secreto,de hechizo, de la fascinación . Para escribir hay que hacerlo con el tono con el que uno le cuenta a un niño una gran mentira.
¿ Y por qué debéis hacer todo esto? ¿ Por qué tendríamos que utilizar nuestro poder creativo y escribir , o pintar o tocar música? Porque no existe nada mejor para lograr que la gente sea generosa, divertida, enérgica valiente y compasiva, porque es el mejor modo de conocer la Verdad y la Belleza es tratando de expresarla . Y, ¿Cuál es el compromiso de la existencia? Pues es descubrir la Verdad y la Belleza y compartirla con los demás. ( “Si quieres escribir” , Editorial Magoria, España, mayo 2000)

Urbanyi, Pablo Argentina
Uno no debe buscar un tema , sino que el tema debe venir a uno", había dicho Borges. Logré olvidarme del Premio Nobel, y me puse a trabajar. Quizás sería mejor decir a escribir, el verdadero trabajo , doloroso y duro, viene después de la creación. Con la ilusión de todo escritor que cree resolver sobre el papel lo que no resuelve en la vida surgió la primera versión de "Silver". Trampas de la creación; pesadillas y amarguras hechas papel. El cuento quedó en el cajón del escritorio durante dos años." ("Página 12", 24/7/94)
van Steen, Edla Brasil
Si alguien contara mis historias , yo tal vez no sería escritora

Vajnicer, Silvia Chile
Como mi personaje central , Ada, yo quería, - en realidad ,desfallecía de ganas de- volver a esa isla fabulosa que , como ella, había visitado tiempo atrás. Pero a diferencia de Ada, no podía. Y en mi frustración , recurrí sin darme cuenta a la única ventaja- entre las innumerables miserias - que puede tener un novelista respecto del resto de los mortales: como me era imposible viajar a la isla, empecé a escribir una historia en la que una mujer viajaba a la isla. Y así volví a ese lugar que, asombrosamente, a pesar de los diez años transcurridos desde mi estadía, encontré intacto dentro de mí. sobre "Música para olvidar una isla", ("Página 12", 11/93)

Valadés, Edmundo Argentina
Si uno se cree , o se siente, escritor , uno ambiciona decirlo todo. Esa es la ambición final, y primera, de todo escritor. Y donde es más posible, es en la novela, que como género permite acumular toda una serie de elementos, vivencias, personajes que el cuento no permite . El cuento sólo permite lo mismo en un caso como el de Juanito: sus cuentos tiene una temática, unos personajes, una violencia, un despojo y una presencia de la muerte que , bueno, cuando se puede hacer un libro como él lo hizo, es como si uno hubiese escrito la novela que todos hemos soñado. Me da miedo el acto de escribir. También puede ser que uno sucumba ante la pereza.Es un factor de peso, es muy grave. Porque el oficio de escritor exige una disciplina, un arrojo, una entrega ...No permite evasivas, no permite excusas y cuando uno, que ha tomado el hilo, lo tiene que seguir, tienen que jugarse la vida en las palabras . Hay que atravesarse a todo eso. Pero uno tienen muchas resistencias íntimas. Una flojera mental, una carencia de disciplina. Yo siempre fui una gente muy desordenada. Incluso, lo que escribí , lo escribí a saltos de mata. Escribir exige una entrega total. Una decisión total: decirse bueno, yo soy escritor, y tengo el uso de la palabra, pues voy a usarla. Puedo hacer una gran obra y no hacerlo, eso no tiene importancia, lo que importa es que yo exprese lo que quiero expresar y dé la vida por ello.

Valdés , Zoe Cuba
Fueron varias las cosas que me impulsaron a escribir . Cuando yo era joven, en Cuba existía la “ biblioteca itinerante”: libros que alguien traía del extranjero y que había que leer rápido para pasarlos de mano en mano para que diera la vuelta a la isla Uno de esos libros fue “La invención de Morel”,de Bioy Casares, que me deslumbró.Y otro que me marcó fue “Memorias de Adriano “de Marguerite Yourcenar. Para no perder el texto - ya que no había fotocopiadoras- , con mis amigos lo copiábamos a mano. Fue un tremendo ejercicio. Y creo que de tanto copiar no me quedó más remedio que ser escritora. Además, recibí una enorme influencia de mi familia . Me crié en una casa de mujeres solas y fuertes: mi madre , mi abuela y mi tía . Mi madre trabajaba, pero cambiaba mucho de empleo porque se dormía en el trabajo.Yo tendría doce años y la veía siempre con un libro inmenso, sin tapa, medio agujereado por las polillas, que leía mientras revolvía la olla con los frijoles. Todos pensaban que era un libro de cocina. Cuando lo terminó, lo lanzó sobre mi cama diciendo : “Lee este libro. Después de leerlo no hace falta leer más nada”. Era el Quijote. Mi tía era manicura. Frente a su mesita con su cacharrito de agua tibia, ella oía todas las historias de sus clientas con las que intercambiaba novelitas de Corín Tellado, que comentaba en voz alta, esperando que a ella le llegara el Príncipe Azul de las novelas. Y mi abuela, que quiso ser una gran actriz, volcó en mí todos sus deseos de llegar a ser alguien. Ella, sin saber francés, declamaba a Beaudelaire en voz alta diciendo : “¡Qué maravilla! No sé qué significa , pero no importa!” Tal vez por eso, para mí , la literatura es música. Detrás de cualquier libro hay un ritmo que vas descubriendo poco a poco. A veces reescribo interminablemente frases buscando el compás, sin que me importe el significado exacto de las palabras. Yo escribo las historias de golpe, muy rápido. Luego corrijo y recorrijo llegando a veces a nueve versiones distintas del mismo libro. Y hago todo ese esfuerzo buscando el ritmo ideal. Sangre azul es una novela lírica,estructurada como poemas. La nada cotidiana se convirtió en el poema que el personaje empieza a escribir, hasta que en un momento pasa a hablar en prosa y termina empatando con el poema con que empezó . Café Nostalgia es esa mezcla, también. Yo vivía en La Habana Vieja , y ese entorno me llenaba la imaginación de marqueses y duquesas. Además , como vivía muy cerca de La Bodeguita del Medio,vaía pasar a Nicolás Guillén y a Lezama Lima , a quien de pequeña le tiraba migas de pan del balcón de mi casa sin saber quién era . Cuando supe quién era , me avergoncé muchísimo. Ahora, en cambio, creo que es una historia bonita. Y le debo mucho al cine por haber ganado un premio de guión , por haber escrito un guión de una novela que tengo inédita, y porque por haber trabajado en la revista Cine Cubano y haber defendido el film Fresa y Chocolate me tuve que ir a vivir a París, de donde no me dejan volver a Cuba. (Conferencia del 10/3/99)


Valenti, Mark Estados Unidos
Teclear es sensual


Valenzuela, Luisa Argentina
Creo que esa risa, resonando en alguna zona oculta de mi cerebro, me llevó a escribir, sabiendo que detrás de todos los desgararramientos de la escritura- como decía Murena- hay una rara, preciosa felicidad. Todo lo que pueda enriquecer los ritmos, bienvenido. Pero hay que andar con mucha cautela y hacerlo a sabiendas."A los veinte años, cuando empecé a escribir en serio, me deslumbró el hecho de ir viendo la historia como quien va al cine. Era muy joven, visualizaba imágenes. Ahora que le tengo tanto respeto al lenguaje, las palabras van configurando el texto. Es, digamos, el síndrome de Juana de Arco: oigo voces. Y de golpe tomo la connotación de una palabra por el rabo y la frase se transforma a mitad de camino y con ella todo lo que viene después. Resulta una aventura emocionante, un caminar por la cuerda floja, al borde del abismo. Yo misma me sorprendo. Mientras escribía "Cola de Lagartija", cada tanto sentía que me iba a ser imposible salir del atolladero, que había creado situaciones irresolubles. Pero cada uno de esos nudos tiene forma de desatarse: el inconsciente es sabio. Algo sabe de nosotros, algo tiene la manija de la historia, y es ahí cuando siento que estoy escribiendo bien: cuando sigo un diseño inexorable. El inconsciente sabe dónde está la historia, cómo se ha de armar. Lo entendí desde mi primer novela. Hay que sonreír cuando en la página 20, por ejemplo, hacía alusión a algún detalle sin importancia que tomaba valor , inesperadamente, en la página 83.Y lo vi funcionando en todo su esplendor en Aquí pasan cosas raras, una colección de cuentos que escribí en un mes, yendo a los cafés más porteños a inspirarme.De golpe, anotaba un frase en apariencia absurda que, si no me impacientaba y tiraba con cuidado, era la punta de un hilo que traia consigo el tesoro de un final sorprendente.
Escribir sí pienso que requiere valentía. Hay que dejar llevarse en pos de una incertidumbre . ¿Qué tal si al cabo de trescientas páginas uno descubre que no hay nada?La metáfora no la conozco de antemano. La descubro a medida que voy escribiendo, cuando voy permitiéndole que aflore. Después corrijo, retrabajo el texto, establezco el equilibrio. Pero me interesa decir lo que se resiste a ser dicho, quisiera abordar lo inefable, conectar las corrientes subterráneas. Todo siempre está ya dicho, lo único que podemos hacer los escritores y escritoras es iluminar de manera diferente establecer conexiones. Creo que el escritor es un ser marginal, que el margen es un buen lugar para la escritura.Generalmente trato de escribir de un texto de un tirón , de dos tirones o de diecisiete tirones. A veces, cuando pierdo el hilo, me asusto, digo :"llegué hasta acá, no sé seguir, me excede.Cuando me asusto no lo tiro, porque ahí estoy tocando algo de verdad. El momento del día más apropiado para escribir lo encuentra el propio texto. Yo que soy tan desorganizada, me vuelvo rigurosa cuando escribo una novela. Porque estar en novela es como estar enamorada, es un estado que necesita un ritmo y una dedicación. Escribí Como en la guerra en Barcelona, de noche, creando una Barcelona mítica. En cambio , la novela negra con argentinos , que merece ser de noche, fue escrita de mañana : por la noche me daba miedo, creo, meterme en esos universos tenebrosos.Cortázar había dicho una vez que se sentaba a escribir un cuento como quien se saca de encima una alimaña. ("Página 12", 21/11/93)
Escribo para mí, escribo a partir de alguna pregunta que me planteo, y lo hago para tratar de entender . Escribo para asombrarme, para descubrir, para sacar de alguna zona inexplorada que podríamos llamar inconsciente algo que hasta el moneto ignoraba saber”
Creo que la verdadera literatura sirve para divertir, pero no en el sentido de entretener , sino en el sentido de apartar, alejar , desviar la mirada hacia otra región insospechada.
La escritura es una maldición de tiempo completo. ( “ Peligrosas palabras” Temas, 2001)


Vargas Llosa, Mario Perú
Escribo porque soy desdichado. Escribo porque es una manera de combatir la desdicha . Creo que los temas eligen al escritor . Siempre me ha parecido que las historias se me imponían y yo no podía ignorarlas , porque de alguna manera oscura se relacionaban con alguna experiencia fundamental...no podría decir exactamente cómo. Por ejemplo, el tiempo que pasé en el Colegio Militar Leoncio Prado, en Lima , cuando era muy joven, me produjo una verdadera necesidad , un deseo obsesivo de escribir. Fue una experiencia extremadamente traumática que en muchos aspectos señaló el fin de mi infancia . Supongo que esa experiencia ejerció influencia sobre mí y estoy seguro de que me produjo una verdadera necesidad, un deseo obsesivo de escribir. En todos mis libros nunca tengo al sensación de haber decidido racionalmente que voy a escribir determinada historia. por el contrario, ciertos acontecimientos o personas, a veces suelos o lecturas , se me imponen súbitamente y exigen mi atención . Por eso hablo tanto de los elementos puramente irracionales en la producción literaria . Creo que esa irracionalidad debe llegar también al lector. Me gustaría que mis novelas se leyeran de la misma manera que yo leo las novelas que amo. Las novelas que me han hechizado son historias capaces de aniquilar completamente todas mis facultades críticas y que me dejan allí, en suspenso, cuando el elemento intelectuales se disuelve en la acción, en historias que seducen al lector no por sus ideas, sino por su color, las emociones que inspiran, por su elemento sorpresa y todo el misterio y suspenso que sean capaces de generar.( “ Entrevistas a escritores”, El Ateneo, 1996)
La vocación literaria no es un pasatiempo, un deporte, un juego refinado que se practica en los ratos de ocio. Es una dedicación exclusiva y excluyente, una prioridad a la que nada puede anteponerse, una servidumbre libremente elegida que hace de sus víctimas (de sus dichosas víctimas) unos esclavos.
La vocación artística es una predisposición de oscuro origen, que lleva a ciertas mujeres y hombres a dedicar sus vidas a una actividad para la que, un día, se sienten llamados, obligados casi a ejercerla, porque intuyen que sólo ejercitando esa vocación -escribiendo historias, por ejemplo- se sentirán realizados, de acuerdo consigo mismos, volcando lo mejor que poseen, sin la miserable sensación de estar desperdiciando sus vidas. ("Cartas a un joven novelista", Ariel-Planeta, 1997)
Mi trabajo es para mí una cosa muy absorbente, escapa a las horas que paso en el escritorio y me come la vida también. Un libro, por ejemplo, es para mí una dedicación exclusiva. Las horas que estoy haciendo otras cosas advierto que sigue siendo el libro una preocupación latente, que no se aparta nunca. Escribir un libro es casi una droga, una forma de adicción a una preocupación , a un método, a un estilo de vida. Pero al mismo tiempo, eso se convierte en una manera de vivir. Lo importante no es tanto publicar los libros, sino escribirlos.Por eso apenas termino un libro intento iniciar otra cosa para llenar ese vacío que puede ser angustioso. Y es normal, si uno ha pasado años escribiendo un libro, ha estado familiarizado, integrado a algo que de pronto se va. Entonces procuro empezar una cosa muy distinta. Por ejemplo, "La Guerra del Fin del Mundo" e inmediatamente comencé a hacer, en otro estilo, una obra de teatro que ya está casi terminada. Una Cosa de humor, una farsa , algo totalmente distinto a "La Guerra del Fin del Mundo", situada en otro ambiente, con otra técnica literaria. Era una manera de cortar así de una vez por todas con el mundo de Canudos en el Brasil del siglo 19.("Siete Días",1982)
Creo que el novelista es ante todo aquel que no está satisfecho con la realidad, aquel hombre que tiene con el mundo una relación viciada, un hombre que por alguna razón, en determinado momento de su vida, ha sentido que surgía entre él y la realidad una especie de desacuerdo, de incompatibilidad. Si estuviera satisfecho, si se sintiera reconciliado con el mundo, si la realidad lo colmara, es evidente que no intentaría esa empresa de crear nuevas realidades, de vrear realidades imaginarias y ficticias.Así, la primera comprobación que haria yo desde el puntoi de vista del novelista es la de que ese hombre es un rebelde, es un hombre en desacuerdo con su sociedad, con su tiempo, o con su clase, un hombre que no está satisfecho con el mundo.Un novelista es un hombre con un estatuto social igual a los otros hombres, que padece las mismas miserias y que goza de las mismas alegrías que otros hombres, y a la vez hay en él como otro hombre, siempre frío, siempre alerta, que acumula estas experiencias fríamente, las selecciona, desecha algunas, almacena otras en la intimidad de su conciencia, y más tarde se sirve de ellas, las devuelve al mundo en forma de ficciones. Si la vocación del novelista llega a ser una necesidad tan imprescindible, una necesidad de carácter vital, entonces se diría que ese rebelde es también un esclavo, que ese hombre que se halla en desacuerdo, en pugna con la realidad, está frente a su propia insatisfacción, es decir, frente a su propia vocación, en situación de servidumbre, de esclavitud. Es como si esa vocación nacida de una manera un tanto leve, y que luego se fue acrecentando, inoculara en él una presencia extranjera que lo fuera invadiendo, colonizando, tiranizando.

Amat-Asís

Maleducados

De nada vale que se impriman millones de libros, y que haya libre acceso a ellos si no hay nadie para leerlos.La industria editorial decide qué cantidad de libros imprimir de acuerdo a lo que calcula que podrá vender. Pero no los venderá si las nuevas generaciones no los leen.
Los escritores famosos tarde o temprano son convocados a ferias , congresos, charlas y conferencias destinadas a estimular la lectura en los jóvenes, a hablar de las bondades de la literatura, a impulsar la compra de libros .Todos aceptan halagados la invitación, sintiendo sin embargo el pudor de saber que hablarán en vano, porque la promoción de la lectura no se hace así.
¿Cómo se crea un lector? ¿Diciéndole que Stephen King y R. L Stine son basura? ¿Desdeñando su gusto por los comics? ¿ Diciéndole “ Tenés que leer”?
El francés Daniel Pennac escribió “Mejor que la vida” basándose en la siguiente pregunta: “¿Que´pasa en la vida de un niño que entra a la escuela deseando aprender a leer, para terminar la escuela odiando leer?” , “¿Cuándo la termina?” Así descubrió que en los años lectivos, tanto padres como maestros hacen todo lo posible para impulsar la antipatía hacia la lectura.
El problema de la incultura está aún más atrás: los mismos a los que le pedimos que lean están privados del lenguaje oral, porque no tienen con quién hablar. Los chicos de clase alta son hijos de padres que trabajan y los dejan conectados a un aparato de televisión o a un videojuego privado de textos, al cuidado de mucamas extranjeras que no conversan con ellos. Los chicos de clases más bajas andan por la calle en bandas donde el lenguaje esta reducido a códigos de reconocimiento interno, donde manejan las formas más elementales de expresión. “Los ámbitos más elevados de comunicación adonde llegan los más humildes son los supermercados”, afirma Pennac “, y allí el único intercambio oral lo tienen con la cajera del supermercado, con quien no hablan más que de cifras.” La atomización de los grupos familiares,- cada vez más recluidos y aislados en casa más pequeñas- han hecho desaparecer las grandes bibliotecas del abuelo, los cuentos cotidianos de la abuela, las tertulias con los vecinos y el hervidero de parientes conversando al unísono, que fue el motor del enamoramiento por el lenguaje y la lectura que llevó a que la mayoria de los entrevistados en este libro sena escritores prolíficos.
Los maestros de escuela, por su propio confort metodólogico, funcionan como usureros con objetivos rentables: “ Este alumno no rinde. Debe rendir más y pronto”. El alumno debe rendir en clase y rendir examen. Su rendimiento lo califica, como si fuera una vaca lechera. Esto tal vez los prepare para su primer empleo en un Mc Donalds. Pero de la lección no quedará nada. ¿ Donde queda el placer de aprender? ¿Quién le explica a un niño que un libro tiene más de recreo que de trabajo?
Los padres y maestros no ven con buenos ojos que un chico lea por placer. Tal vez porque saben que leer es una adicción que sólo se sustituye o se alivia mediante otros libros, como dice Fernando Savater: “Con toda razón los adultos que se encargaron de nuestra educación se inquietaban ante esa afición sin resquicios ni tregua, con temibles precedentes morbosos... también literarios. ¡El síndrome de don Quijote! De vez en cuando se asomaban a nuestra orgía para reconvenirnos: "¡No leas más! ¡Estudia!" Ahora es común la confusión entre leer y estudiar, quizá alentada por bienintencionadas campañas pedagógicas. Cuando el verano pasado recomendé leer algo a unas aburridas jovencitas, protestaron así: "¡Pero si estamos en vacaciones!". Esto es lo contrario que deberían pensar. Como dice la escritora afro amereicana Audre Lorde: “ El gusto por la lectura y por aprender es algo que sólo se puede incentivar como se incentiva a hacer un motín, una revuelta” . No han descubierto la verdad de Baudelaire : “Trabajemos, que es menos aburrido que divertirse”.
El cineasta Steven Spielberg dijo en una entrevista “Solamente una generación de lectores genera una generación de escritores”.Deberían crearse academias de escritores para dar trabajo a tanto escritor desocupado. Parece irónico, pero no lo es: Si se enseña a escribir se acaba creando lectores, y el circuito se retroalimenta : más lectores, para más escritores, para más lectores.
Afortunadamente, pese a lo poco que hace la educación formal por estimular la lectura, hay algo en la sociedad que hace que el más iletrado sienta vergüenza por no haber leído nada, o por no usar las palabras con propiedad.
He escuchado peleas callejeras entre gente de muy bajo nivel cultural, en las que unos se dicen a los otros: “¡Hablá bien!” mientras que el otro se defiende diciendo “¡Yo sí que sé hablar bien! ¡ No como vos, que sos un bruto!” . Ellos saben que “ hablar bien” abre puertas: “ Andá vos, que sabés hablar bien.” Aún para quienes no tienen acceso a una buena educación, “saber hablar”es aún un motivo de orgullo, de prestigio, de preocupación. Eso me maravilla. Pudiendo rendirse a la ignorancia, todos siguen buscando en vano Pigmaliones que los ayuden a salir de la ignorancia para ganarse la autoestima haciendo uso de un buen lenguaje. Esa ayuda viene de los libros. No hay otra manera de aprender a hablar que no sea leyendo. No hay otra manera de aprender a escribir que no sea leer. Es la única manera de atrapar la música del idioma.