Escribiendo demasiado arruinamos nuestro espíritu; no escribiendo, lo oxidamos.
Cuando se escribe con facilidad siempre se cree contar con más talento del que se tiene.
Sólo se debe emplear en un libro la dosis de ingenio que se requiere, pero en la conversación se puede emplear más de la que se requiere.
Para escribir bien se necesita una facilidad natural y una dificultad adquirida.
Hay que ser profundos en términos claros y no en términos oscuros.
Lo que acarrea todos los males a nuestra literatura se halla en que nuestros sabios tienen poco ingenio y nuestros hombres de ingenio no son sabios.
Sólo buscando las palabras se encuentran los pensamientos
Las palabras son como el vidrio; oscurecen todo aquello que no ayudan a ver mejor
Antes de emplear una palabra hermosa hazle un sitio.
Ciertos escritores se crean noches artificiales para dar un aspecto de profundidad a su superficie y más relumbre a sus luces mortecinas
Son buenas obras sólo aquellas que han sido durante mucho tiempo, si no trabajadas, al menos soñadas.
Joseph Joubert (1754-1824 ), “Sobre arte y literatura” (Periférica, 2007), traducción de Luis E. Rivera a partir de la selección y edición póstuma que hiciera Chateaubriand , amigo de Joubert.
domingo, 23 de octubre de 2011
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