Todo autor, para escribir con claridad, debe ponerse en el lugar de sus lectores, examinar su propia obra como algo que le fuera extraño, como algo que lee por primera vez, como si le resultara ajeno y se lo enviara otro autor para someterlo a juicio ; y persuadirse después de que se le comprende no porque él se entiende a sí mismo, sino porque en verdad es inteligible.
Todo el ingenio de un autor consiste en definir y en pintar bien. Homero, Platón, Virgilio y Horacio no aventajan a otros escritores más que por sus expresiones e imágenes. Es necesario expresar lo verdadero para escribir natural, intensa, delicadamente.
Jean de la Bruyère (1645-1696) : « Los caracteres o Las costumbres de este siglo »
domingo, 23 de octubre de 2011
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