martes, 4 de agosto de 2009

"Había una vez..."


Esta comparación de un buen final con un orgasmo prueba que escribir es un acto mucho más biológico y visceral que intelectual. El ADN de los cromosomas que están dentro de los núcleos de cada una de nuestras células está entrelazado con el mismo rigor lógico que las palabras de un texto . Encadenar elementos fijos e individuales para producir un efecto dado es algo que está inserto en nuestro cuerpo. Aunque no escribamos, somos portadores de la mecánica de la escritura. Entonces cabe preguntarse: ¿ el ser humano escribe porque tienen una mano ágil para los movimientos finos, como pensaba Aristóteles ( “La mano nos dio la inteligencia”), o nuestra mano se tornó ágil porque necesitaba realizar movimientos finos para escribir? Llevó siglos de evolución lograr que , hace unos 40.000 años atrás, los hombres trazaran signos en la piedra . En la raíz de toda escritura se encuentra la pintura, el arte, tratar de expresar por signos lo hablado .
Roland Barthes dice que la escritura, históricamente, es una actividad continuamente contradictoria, articulada sobre una postulación doble: por una parte es un objeto mercantil, un instrumento de poder y de discriminación, una expresión de las más cruda realidad social, y por la otra un medio de goce, ligado a las pulsiones más profundas del cuerpo y a las manifestaciones más sutiles y afortunadas del arte. (“ Variaciones sobre la escritura”) Más aún:
“Escribimos para recordar , pero aun más para informar Le escritura implica tres indeterminaciones semánticas principales : 1)un gesto manual en vez de uno vocal, que es el acto de “inscripción”; 2) es un registro legal de improntas indelebles, destinadas a superar el tiempo, el olvido, el error, la mentira; 3) es una práctica infinita en la cual está comprometido todo el sujeto y que es más que la simple transcripción de los mensajes.” De alguna manera, este orden se corresponde con el de las historia de la literatura.
Los primeros pictogramas representaban acciones, objetos, paisajes. Con los siglos, los pictogramas empezaron a ser símbolos. En los más antiguos jeroglíficos egipcios, una mano derecha abierta era un pedido, una mano izquierda cerrada era posesión, un halcón era velocidad. Con la llegada de la letra, el hombre tuvo que usar símbolos abstractos sin significado propio a menos que se enlacen entre sí. Los primeros escritos sumerios hablaban de leyes, certificados de posesión y valores de intercambio comercial. En el Museo de las Civilizaciones Anatólicas de Ankara conserva declaraciones de divorcio de cinco mil años hechas en tabletas de arcilla. Luego la escritura pasó a registrar los sucesos importantes : guerras, visitas oficiales, regalos recibidos, gestas que no debían ser olvidadas. A medida que los medios de escritura se simplificaban se escribieron teorías épicas o sagradas sobre el origen humano ( el Popol Vuh de los mayas, la Biblia, el Corán, el Talmud ) o sobre aventuras de héroes locales.
Los primeros libros eran objetos valiosísimos. La primera edición de La Eneida costaba en Roma 24 denarios, cantidad suficiente para alimentar a un hombre durante cuatro meses. La letra manuscrita más veloz era la árabe, pero costaba tanto enseñarla que pocos podían escribirla.
Luego se incorporó el saber folklórico a la literatura, fijando por escrito narraciones orales de cuentos que , curiosamente, se repiten en distintas culturas con mínimos cambios . Ejemplo de esto son los cuentos sufis, los cuentos indios del Pantchatantra del siglo VI D.C., los cuentos griegos de Esopo y Herodoto, los otonamos de Nasreddin Hoca, los cuentos de China, los de Ovidio, leyendas folklóricas Las Mil y Una Noches desde India y Persia a Arabia, los cuentos de Perrault. La mayoría de ellos culmina con moralejas ejemplares, aprendizaje de vida.
En el Medioevo empezaron a circular las vidas de santos y escritos religiosos, junto a leyendas germánicas e historias de hadas, genios y hechiceros provenientes de Oriente que cobraron difusión enmarcadas dentro de hilos argumentales que servían de pretexto para agruparlas. Asi nacieron el Decameron, El Conde Lucanor, los Cuentos de Canterbury y los Cuentos de la Madre Oca. Esta estrategia de incorporar textos breves dentro de un relato de largo aliento fue imitada por cantidades de autores europeos.
Eventos históricos como la reunificación de Alemania hicieron que los escritores buscaran las raices de las tradición germana en leyendas tradicionales. El más famoso recopilador fue Ernst Theoedor Amadeus Hoffman ( 1766-1822), un eje,mplo del Romanticismo que influyó tanto en la música como en los grandes creadores de Europa y Estados Unidos, para transformarse en relatos costumbristas en Latinoamérica y Rusia.
En el siglo XVIII nació el cuento moderno, gracias a la originalidad en que Edgar Allan Poe narró los hechos en primera persona, como figura central de lo acaecido o como espectador atribulado. Maupassant y Chejov empezaron a usar esas voces subjetivas, ya no aplicadas a relatos fantásticos sino a observaciones cotidianas.
La narración moderna sacrificó la literalidad por la lateralidad, dejó de explicar sucesos, y dejó de lado la historia en sí para hacer foco en el punto de vista psicológico del narrador o la creación de atmósferas sugestivas, personales. La ficción moderna pone más énfasis en el estilo, y el resultado se juzga más por el regusto que le queda al lector al final del relato. Paralelamente, abundan los libros de información , como los ensayos, la novela histórica , los testimonios, las entrevistas, las investigaciones periodísticas y el libro de autoayuda que intentan hacer una crónica de nuestro tiempo de cambios vertiginosos, o para aferrarse con nostalgia a tiempos con más certezas.
Hilando a las frases como cadenas de cromosomas, escribimos para entender, para sentir más intensamente. Escribir parece ser una actividad-espejo del núcleo de nuestra estructura biológica. Sabiendo que hay palabras que buscan un efecto deseado, queremos que lo ensayen en nosotros mismos.
Por eso nadie se puede resistir al influjo hechicero de las tres palabras mágicas : “Había una vez...” o “ Quiero contarte algo”....

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