martes, 4 de agosto de 2009

Maritano Mastretta

Maritano , Alma -Argentina
¿Escribo para responder las cartas de mis lectores? ¿Escribo para mí? Debo ser sincera: no lo sé muy bien.Como dice Jerzy Kosinski: "La ficción no cambia la vida de nadie , simplemente sugiere diferentes formas de mirarase a sí mismo, a los otros y a la sociedad. Puede no cambiar tu vida ,pero es posible que elijas transitarla de manera diferente , explorando nuevas opciones filosóficas , éticas y emocionales"." Sacó entonces la lapicera y se puso a escribir afiebradamente en el cuaderno. Escribir era para él, desde siempre, ahuyentar la sensación de soledad.("En el Sur", Ediciones Colihue, 1994)


Marsé, Juan- España
Para escribir sólo se necesitan tres cosas: tener una buena historia que contar; saber contarla -lo que significa oficio-, y algo muy especial: tener ganas de contarla. A veces, cuando un novelista no tiene nada que decir, pone mucho énfasis en el cómo, complica la historia, la estructura y el lenguaje. Pero si la historia posee fuerza, aunque a veces no esté genialmente escrita, interesa. Hay autores desaliñados que yo adoro; Baroja, por ejemplo. Se ha dicho que es muy pedestre y a veces con pifias de lenguaje. Bueno, da igual, porque sus personajes poseen una fuerza extraordinaria, es un creador de atmósferas y de personajes, y todo lo que toca tiene vida. El secreto está en dar vida. Conseguir la complicidad del lector es muy importante. Y para atraparlo, cualquier procedimiento es bueno. En definitiva, la literatura de ficción es una mentira bien contada, pero si mediante ella consigues que te crean lo que cuentas, el objetivo está cumplido.
Yo no me planteo conscientemente: ahora voy a escribir otra novela de perdedores. Simplemente me pongo a describir, me pongo a pensar y a barajar imágenes y recuerdos que tienen que ver con esa época y con esa gente. Me tocó el lado de los perdedores, y entonces será por eso. Hombre, también podría decir que en el fondo me resultan más atractivos desde el punto de vista humanístico y literario. Creo que el triunfo y el éxito son espejismos, son un fraude.
Escribo con el fin de que el lector esté atrapado por lo que le estoy contando y no se pare a pensar en cómo lo estoy contando.
el arte de la literatura de ficción, se basa en hacer verosímil, de hacer veraz una mentira, así de sencillo. Las novelas son mentiras, no cuentan hechos reales, no cuentan la verdad tal como es. La novela florece en la imaginación. Lo que pasa en una novela no tiene porqué haber pasado forzosamente en la vida, sin embargo puede transmitir más sensación de vida que no determinados hechos reales que leemos en la prensa por ejemplo, y que a veces no te acabas de creer. (http://www.club/cultura.com)

Martí , José -Cuba
Escribir es un modo de servir. La literatura tiene una función social : la de ayudar a mejorar la sociedad. La belleza tiene un poder moral y fin trascendental. Jamás sin dolor profundo produjo el hombre obras verdaderamente bellas .("Obras Selectas" , Ed . Plus Ultra, 1965

Martínez , Guillermo -Argentina, Premio Planeta 2002
En mi historia personal, la presencia de la literatura ha sido una constante : la figuira de mi padre como escruitor, la gran biblioteca familiar; la transmisión del libro como pasión , como costumbre.En casa no había televisor. También creo que yo tengo una relación indirecta con la realidad, y establezco una triangulación a través de ls libros. En general, no me interesan aspectos de la realidad contemporánea sino aquellos que pueden ser mirados como nuevas instancias de mitos antiguos. Comencé a escribir a los cinco años. En casa recibía una seuerte de educación literaria paralela.Lo que me fascina de escribir es la posibilidad de organizar relaciones sometidas a sus propias leyes internas y que no están ni en la filosofía ni en las matemáticas . Los más difícil en literatura es reconstruir en la historia la atmósfera de lo que uno escribía el día anterior .
( La Nación , domingo 3 de septiembre de 2003)

Martínez, Tomás Eloy -Argentina
Todos los grandes escritores creyeron en cosas sencillas - la casa, los libros , los mapas- , y alumbrados por esa fe crearon mundos mucho más ricos que sus vidas. Según la Biblia, también Dios procede así , transformando su aburrimiento en eternidad.("Página 12" , 27/3/94)
El verdadero novelista es aquel que cuenta las mismas fábulas que le gusta leer , pero a su manera, con un lenguaje distinto,- y también más moderno - que todos los lenguajes conocidos.Para todos ellos, como para Proust, contar historias no es una ceremonia de sufrimiento y desesperación , sino - por suerte- una incesante , saludable celebración de la vida.( "Página 12", 2/10/94)
Hace tres meses, cuando le mandé mi último correo electrónico sin saber que Osvaldo Soriano estaba enfermo, le hablé de las pequeñas felicidades que uno pierde por la pasión de escribir. Le hablé de los hijos, cuyas infancias pasan como un sueño; le hablé de las estaciones que pasan por las ventana; de las ciudades que no tenemos tiempo de ver por segunda vez mandé, de los amigos con los que quieséramos quedarnos un rato más, sólo un instante . Le dije que la literatura era una pasión malsana , una condena, pero qué seríamos sin ella , Osvaldo. Sin ella, ni vos ni yo nos hubiéramos conocido nunca ni nos hubiéramos querido . ( “La Nación”, 9/2/97)
Básicamente escribo para mí mismo porque no sé hacer otra cosa. Cuando no escribo me aburro mucho.
Creo que García Márquez también escribe para sí mismo, de algún modo. En definitiva, todo escritor verdadero escribe para sí... escribe porque no sabe hacer otra cosa. Creo que la frase de Rilke en la Carta a un joven poeta es válida... Un escritor verdadero no puede vivir en paz sin escribir. La vocación, de algún modo, es lo decisivo. Y si uno no escribe para sí mismo está trabajando para ganarse el pan como escritor, lo cual es la diferencia esencial que yo también veo entre los periodistas, mientras unos copian los boletines de prensa tal cual y a veces les encajan su firma, otros piensan sus crónicas y sienten que lo que están escribiendo les importa a ellos tanto como a sus lectores. Y creo que ésa es la diferencia central
Yo empecé como escritor. Mi primer cuento lo escribí a los nueve o diez años. Y a partir de ese momento, cuando descubrí el poder de la imaginación, no cesé de escribir . (..)La literatura es un problema de vocación. Las diferencias tienen que ver con el receptor por un lado y con el emisor, que es el periodista o escritor, por el otro. Un periodista necesita tener tres fidelidades: tiene que ser fiel a su lector, porque tiene que saber a qué lectores se dirige y cuál es el entramado social en el cual está colocando su mensaje. Si no lo sabe, crea como una especie de desconcierto. La novela es un acto completamente diferente. Es un acto de libertad absoluta. Creo que es el género artístico más libre que existe porque, como es un género impuro, todo cabe en la novela., por lo tanto una novela es un acto esencial de libertad. Para que ese acto esencial de libertad sea pleno, el escritor sólo necesita ser fiel a sí mismo, porque si el novelista es fiel a alguien que no sea él mismo, pierde el norte por completo. Si piensa en el lector por un instante, se paraliza y la novela se derrumba. El lector no puede existir. El acto de fidelidad central es hacia uno mismo. Muchas veces, cuando yo termino un libro, me pregunto ¿y a quién le importa esto? Y mi respuesta es: bueno, esto es lo que yo soy. Me importó a mí mismo. Por eso tiene algún sentido. Y si no tiene sentido para los demás no importa. Al escritor de vocación no le interesan los premios o la gloria... La vocación tiene que mantenerse firme y en pie. Faulkner es el gran modelo en ese sentido. Faulkner la pasó muy mal buena parte de su vida y sin embargo se mantenía en pie contra toda forma de adversidad. Si gana un premio, empieza entonces el riesgo enorme de la dispersión para el escritor. No le recomiendo a nadie que se gane un premio.
Si no encuentro las primeras frases, no encuentro el tono de la novela, no encuentro cuál será el lenguaje en que la novela va a ser contada, la atmósfera que va a regir ese lenguaje. Y al mismo tiempo, la arquitectura entera de la novela, porque por lo general trato de que en las primeras frases de la novela esté concentrada la novela entera, de algún modo la novela entera está contada en las primera frases. En la literatura, en la novela, la primera frase da el tono, la línea de la historia que vas a seguir y la atmósfera de la historia. Comienzos ejemplares: Al despertar una mañana, Gregorio Samsa, tras un sueño intranquilo, se encontró convertido en un insecto monstruoso... el texto entero está ahí, está el horror, el desvío de la realidad que eso significa y la sorpresa de ser un hombre el día anterior y un insecto a la mañana siguiente. También la primera frase de Cien años de soledad: Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. O el inicio de la novela de Rulfo: Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo... a veces las primeras frases parecen muy simples, pero son centrales. Por lo general conozco el final cuando empiezo a escribir la historia. Sé cómo va a terminar. Lo que no sé muy bien es si ese final que está en mi cabeza va a ser realmente el final.
Tanto en Simenon, como en Dickens o en Balzac, se nota la responsabilidad; soy responsable de mi lenguaje, soy responsable de lo que digo, soy responsable de mi palabra, no escribo livianamente para entretener al próximo. Hacen de la realidad otra cosa, pero en todos ellos, incluso en los que toman personajes históricos, hay restos del inconsciente, o del propio ser que está reflexionando sobre sí mismo, por lo tanto son exploraciones en uno mismo. Creo que cuando una novela está bien, siempre hay un resto, un jirón de uno mismo que está ahí pegado al personaje. Es inevitable porque es el ser el que está escribiendo.
Santa Evita fue escrita cuatro veces, completamente distintas cada versión. La novela de Perón tres. En el caso de La novela de Perón la primera versión sucedía en Caracas en 1957, durante el pacto Perón Frondizi. Escribo libros enteros. Yo tengo una casa llena de cadáveres de novelas. Por eso tardo tanto tiempo entre un libro y otro. Son malas. Son novelas muy malas.
Cuando voy por la página ciento cincuenta o doscientos noto que ya va saliendo mal, entonces digo voy a llegar hasta el final por curiosidad, y la termino. Toda novela te deja insatisfecho... y siempre quieres hacer otro libro, y siempre te dices: el próximo va a ser mejor. Como que los pulmones más ejercitados respiran con mayor amplitud, y piensas que la novela siguiente tendrá mayor aliento, y que si fracasaste tanto para llegar a escribir esa novela, de manera tan recurrente y tan constante, que ya conoces los caminos del fracaso... y que vas a fracasar menos en la siguiente. Esta que estoy por la mitad ahora, está saliendo viva, hasta donde va, sin ninguna versión anterior Es mi primer logro: El cantor de tangos. La soñé, es mi primera novela que sueño entera. La soñé de principio a fin y casi no necesito hacerle cambios. (Por GUILLERMO ZAMBRANO / Librusa.com)

Martín Gaite, Carmen -España
Hay tres tipos de satisfacción. Una es la de cuando escribes. A mí lo que me gusta es escribir. No manejo el tema hasta que lo tengo bien cogido. Con mis notas, mis apuntes, y mi memoria compongo ese tema. Ya sabes cómo aludo en mis textos a coser, a los hilos, a ese quitar y poner las cosas, a componerlas... No contarlo todo de golpe, eso es lo esencial para mantener el interés del lector...Otra es la satisfacción de la crítica que se te hace. Las leo y las recibo bien. Unas veces, pienso que no se han fijado en algo a lo que yo concedo importancia, pero otras veces veo que los críticos han hecho puntualizaciones que me sorprenden por lo atinadas, a veces notan cosas que yo no veía del mismo modo, y que están bien. De hecho,el libro ya está en manos de los demás. Y es el momento del trabajo de los críticos.Otra satisfacción es la que da el lector. Constato que le gusto a bastante gente, no voy a decir otra cosa. Y no me ven como una escritora que haya tirado la toalla, una escritora consagrada. Esta gratificación de la venta, digamos, no lo es en sí misma, si uno no está contento consigo mismo. Lo que he hecho lo he hecho lo mejor que he sabido. Con la limitación que tenga en los temas, porque escribo de lo que conozco, y tampoco tengo demasiada tendencia a explicar cómo hago lo que hago. El lector ya lo entenderá. Por eso matizo la realidad, y no doy toda la información de golpe. Me satisface que el lector valore que lea poniendo de su parte. He vivido los cuarenta años con la suerte de poder hacer lo que me gusta, escribir, y con la suerte de que lo que escribo les gusta a mis lectores, y alienta a los críticos. Lo veo como un milagro. ( Entrevista de Emma Martinell para Espéculo. Revista de estudios literarios, Universidad Complutense de Madrid 1998)
Martínez Reverte , Javier España
Mucha gente piensa que un viaje se realiza para huir de algo, y yo mantengo esa teoría. Uno huye de la monotonía, del estancamiento de la vida cotidiana. Ya lo decía el escritor inglés Graham Greene "Escribir un libro o viajar permiten huir de la rutina diaria, del miedo al futuro". Coincido plenamente con él. La otra causa que nos impulsa a viajar es el conocimiento de gentes, paisajes, países y monumentos. La curiosidad y el saber son el motor de muchos viajeros, entre los que me cuento.
Ya no sé si viajo para escribir o escribo para viajar, no puedo hacer una cosa sin la otra. Escribir es como detener, mejor dicho, ralentizar el tiempo, como el viajar, ya en su tiempo lo apuntó Graham Greene "Viajar detiene el tiempo".

Martini, Juan -Argentina
El escritor tiene poco que decir más allá de lo que escribe. Carezco de una teoría, por lo cual elijo la ficción para no tener que fundamentar ninguna.

Marx, Carlos -Alemania
En el transcurso de una obra de arte tiene lugar la apropiación sensible por el hombre y para el hombre de otra esencia humana y vida y humana.Este tipo de comunicación demuestra que los goces y sentimientos de otras personas se convierten en mi propio patrimonio.(Carlos Marx y Federico Engels "De las primeras obras", Moscú , 1956)

Masciángoli , Jorge -Argentina
Editar un libro es siempre una aventura. Una aventura que no hay por qué dejar de disfrutar.("Clarín Revista", Enero '86)
Si yo invento algo en un cuento es porque existe. Mis cuentos , para mí, son de realismo puro. El mundo que vivimos es mucho más fantástico, tanto que nuestra imaginación, por mucho que se esfuerce, es incapaz de superarlo.("La Nación", Dic.'85)

Mastretta, Angeles -México
Los escritores nos nutrimos del misterio de que nadie mira al mundo de la misma manera , nadie canta igual la misma canción , nunca se vive igual la misma historia. De ahí que nos empeñemos a recontar la vida , que soñemos el lujo de inventarla otra vez, como si no fuera toda un invento. Es así como este aparente no trabajo que es mirar se vuelve una profesión y un destino. ver para creer , decimos . Ver para que otrso nos vean , ver para inventar cómo es lo que miramos. Porque está en la mirada todo lo que somos, y todo lo que hayamos soñado ser . Con cada mirada hacemos un instante, en cada instante hay una historia que podemos y nos toca guardar .Vivimos aprendiendo de los otros, imaginando a los otros , hundidos en las penas y delirios de los otros , como si cada instante ajeno pudiera ser también nuestro. Es de escritores el afán de mirar sin tregua , de mirar para ver más allá de lo que vemos, de mirar como quien busca . Por eso, todo el que mira con cuidado escribe con sus ojos . (Revista “Viva “, 15/3/99)

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