martes, 4 de agosto de 2009

Pinti - Pizarnik


Pinti, Enrique -Argentina
Creo que el humor es la ternura que dolor Que cuando una llega al límite del dolor, el humor aparece como una posibilidad de poder explicar por qué se llegó a eso. Siento que es una alternativa genial que tenemos los humanos de poder llegar a un límite de dolor y después poder salir. Creo que se llega al humor después de haber sufrido mucho.
Estoy escribiendo las experiencias que tengo como actor de treinta y pico de años. Creo que las voy a publicar el año que viene . Para escribir las memorias hay que estar viejo, porque todo lo que uno diga puede ser usado en su contra... Cuando uno está viejo, ya está jugado, como Rock Hudson, que ya estaba jugado y en sus últimos tres meses de vida dijo "Voy a contar la verdad". En la medida en que le pueda servir a otra gente voy a escribir mis memorias cuando sea viejo. Quizás le sirva a alguien para no cometer los mismos errores que yo cometí. (Revista "Gente").



Pinter, Harold -Estados Unidos
Escribir me excita, me entusiasma y hace que la vida vale la pena ser vivida. (The Ultimate Success Quotations Library, 1997)

Piñón, Nélida- Brasil
Mi visión de la literatura puede tener una apariencia simple pero siempre fundamentada en la gran complejidad de nuestros sentimientos. Y eso seduce al lector. Somos seres de una ambigüedad extraordinaria, podríamos empezar por el idioma. Si una sola palabra del diccionario tiene miles de acepciones, hay que imaginarse cómo somos nosotros quienes hemos inventado dichas acepciones. Todos nosotros, aunque no tengamos la cultura de la complejidad, somos seres ricos, nuestra mirada es confusa, es perpleja. Puede ser límpida, pero inmediatamente tiene sombras. Entonces es a partir de esas sombras de la mirada que hay que escribir novelas. ( Entrevistada por Claudia Posadas, Librusa.com)
Pienso que todos, inmersos en nuestro dramático orgullo de sobrevivir, deseamos prorrogar nuestra vida terrena. Es absolutamente insensato para la omnipotencia humana imaginar que uno estudia, lee, se desarrolla, vive y gana experiencia, para desaparecer sin dejar rastros. Esto ataca al principio de economía. ¿Cómo es posible tanto esfuerzo, llegar a ser un Beethoven, por ejemplo, para luego evaporarse? El artista es aquella persona que legitima la realidad y la transcribe. Sospecho que a todo artista le fascina un poco la idea de ser eterno en su obra. Siempre sentípasión por escribir, pero también me impulsó a hacerlo la profunda admiración de descubrir cómo fueron los distintos siglos por la literatura. Me arriesgaría a decir que la literatura es la sociología mayor.La palabra es un sacramento, explica al hombre, contiene el sentimiento del hombre, vuelve menos oscura esa figura borrosa. A mí me apasiona registrar todas las circunstancias humanas, mostrarle a los demás cómo es la vida que ellos viven sin que lo perciban . El artista tiene ese deber, porque quien está ocupado en el arte de vivir no tiene tiempo de registrar. El escritor presta su voz para que la comunidad hable por él. Cada libro surge de un punto de vista que la realidad me ha ido imprimiendo, y así se renuevan conceptos dentro de la creación. El escritor en nuestras sociedades de América Latina tiene varias tareas. Por un lado, las universales : escribir bien, ser un autor serio, registrar la realidad, combinar ingredientes, permitir que la narrativa se mezcle con la historia. Y por otro, las que le corresponden por habitar América Latina : ser una persona ética, una persona comprometida con la realidad inmediata y ser una conciencia viva de su comunidad. Debe opinar, participar, apoyar las cuestiones cruciales del hombre en su momento histórico. Y también tiene el deber de escribir sin esperar recompensas, hasta con la tristeza de verificar que la gloria no vino a su encuentro. La gran recompensa del escritor es su fidelidad al oficio.

Pirandello, Luigi- Italia
Me sirve esto.: Agarrarme así, con la imaginación... A la vida. Como una enredadera a los barrotes de una reja¡Ah! No dar un momento de reposo a la imaginación: adherirse... adherirse con ella a la vida de los demás... pero no de la gente que conozco. No, no. ¡A esa no podría! Siento un fastidio, ¡si usted supiera! Verdadera náusea. ¡A la vida de los extraños, en torno a los cuales mi imaginación puede trabajar libremente; pero no a capricho, sino más bien teniendo en cuenta las menores apariencias descubiertas; en éste o en aquél! ¡Y si supiera usted cómo trabajo, y hasta dónde consigo penetrar! Veo la casa de éste o del otro; vivo en ella; me siento allí como en la mía, hasta percibir... ese aliento particular que tiene cada casa: la de usted, la mía. Pero en la nuestra... nosotros ya no lo notamos, porque es el mismo aliento de nuestra vida. (...) Yo le digo que necesito agarrarme con la imaginación a la vida de los demás; pero así, sin placer, sin interesarme siquiera... Más bien... para sentir un fastidio para juzgarla tonta y vana, la vida, de manera que a ninguno pueda importarle acabar. (Taciturno, con rabia) Y esto es fácil de demostrar, ¿sabe?, con pruebas y ejemplos continuos, en nosotros mismos, implacablemente. Porque, caballero, el deseo de vivir no sabemos de qué está hecho; pero..., ahí está, ahí está; lo sentimos todos aquí, como una angustia en la garganta; y no se satisface nunca; no puede satisfacer nunca, porque la vida, en el mismo acto en que la vivimos, es siempre tan voraz de sí misma, que no se deja saborear. El sabor está en el pasado que nos queda vivo dentro. El deseo de vivir nos viene de eso: de los recuerdos, que nos tienen atados. Pero, ¿atados a qué?: a esta tontería..., a este disgusto..., a tantas ilusiones estúpidas..., ocupaciones insulsas... Sí, sí. Esto que ahora, aquí, es una tontería; esto que ahora, aquí, es un aburrimiento; y llego hasta a decir: esto que ahora parece una desventura, una verdadera desventura... sí, señor..., a la distancia de cuatro, cinco, diez años, ¡quién sabe qué sabor adquirirá..., qué gusto tendrán las lágrimas de ahora! Y la vida, ¡Dios mío!, al solo pensamiento de perderla..., especialmente cuando se sabe que es cuestión de días...(“ El hombre con la rosa en la boca “ Luigi Pirandello)
La vida está llena de absurdos y pueden tener el descaro de no parecer verdaderos . ¿Y saben por qué? Porque son absolutamente ciertos. Esos componen mi obra.


Pitol, Sergio -Argentina
Mi infancia fue muy estática. Yo fui un niño muy enfermo. Vivía en un ingenio en Veracruz y para mi el exterior es lo que se veía desde una terraza en el segundo piso de la casa. Esa era mi única salida. La mayor parte del tiempo la pasaba en mi habitación, en cama, con fiebre. Había contraído la malaria en una de sus especies más ponzoñosas y eso hizo que no pudiera tener una escolaridad normal. Pero lo paradójico es que no puedo decir que ese haya sido un período infeliz de ninguna manera. Yo encontré una felicidad infinita en los libros, en la lectura . tanta , que a veces compadecía a m hermano mayor por tener que ir a la escuela, jugar tenis o andar a caballo. Me parecía que eso era digno de compasión en comparación con la felicidad que yo llevaba por tener libros todo el tiempo y leer sin parar , sin tregua , todo el día y parte de la noche . Con el tiempo fui embajador en Praga . Mi contacto en Praga con el castellano oral era muy limitado , casi no existía en realidad . Y empecé a escribir creando un lenguaje paralelo a él , paródico, diría , para vencer el contagio de ese virus discursivo al que me enfrentaba día día . Así surgió el idioma desaforado de Domar a la divina garza. Escribir en mi idioma estando de viaje era una manera de conectarme con mi esencia. Y la traducción de textos fue mi verdadera escuela” ( “La Nación “ , 31 / 10/ 99) “ Mi infancia de niño enfermo, quieto y gran lector me condicionó para vivir una vida muy poco real en la práctica y muy real en lo que fue después la escritura. Todo eso me marcó, casi sin yo sentirlo, un camino muy directo hacia la escritura , hacia la posibilidad de contar historias. Así como la enfermedad fue necesaria para la literatura que yo he hecho , también la lejanía física de mi tierra estando en Europa fue importante porque me dio una libertad absoluta . Fui encontrando mis formas, mis autores .(“ Radar Libros” , 23 /4/2000)



Pizarnik, Alejandra -Argentina
"Se espera que la lluvia pase. Se espera que los vientos lleguen. Se espera. Se dice. Por amor al silencio se dicen miserables palabras. Un ir forzoso, forzado, un decir sin salida posible, por amor al silencio, por amor al lenguaje de los cuerpos. Yo hablaba. En mí el lenguaje es siempre un pretexto para el silencio. Es mi manera de expresar mi fatiga inexpresable” ( “Palabras”- Obras Completas. Corregidor. 1990)

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